La
federación mexicana de futbol y sus socios más allegados tomaron la decisión a
finales del torneo pasado, de conformar una liga con una estructura comparable
con las ligas de primer mundo. El 31 de Mayo del presente año Decio de María, Secretario
General de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), confirmó los rumores acerca
de la nueva liga que iría acompañada de un torneo de copa donde los clubes de
la Primera División de Asenso participarían junto con los de la Primera
División Nacional. Al igual que las mejores ligas en el mundo se necesitaba de
un patrocinador para nombrar la liga y que se convirtiera en un proyecto
sustentable. Dicho patrocinador nunca llegó, curiosamente el precio de la Liga MX
le quedaba muy elevado a todas las empresas que suelen estar detrás del balompié
nacional. Nada raro que la FMF busque precios estratosféricos, lo raro está en
que ninguna empresa del medio lo haya pagado cuando suelen pagar millones.
Tanto
la Copa como la Liga MX empezaron la temporada de forma muy floja, esto se
reflejaba en los ratings de Televisa, ESPN y Televisión Azteca. Era algo lógico
ya que el momento se lo llevaban los Juegos Olímpicos de Londres, al terminar
los juegos los ratings se recuperaron un poco aunque la preocupación persistió.
Estadios casi vacíos, bajos ratings, partidos sumamente aburridos y un mal
manejo de recursos son el claro reflejo de la incompetencia de los directivos y
más aun de los dueños de clubes. Existe tanto poder en las televisoras sobre
este deporte que con tal de no dejarlo ir modifican hasta lo imposible pero eso
sí, no sueltan por nada el gran negocio que ellos mismos han formado y al parecer
empiezan a destruir. La tendencia es hacia la baja y el nivel no parece ni
subir ni interesar, esos mismos medios se encargan de televisar las mejores
ligas del mundo y eso acostumbra al televidente a ver un mejor futbol y dejar
el nuestro de lado con toda razón.
A
pesar de que uno puede disfrutar de un buen nivel extranjero y por eso las
televisoras, dueñas del deporte nacional, siguen embolsándose millones de dólares;
el futbol mexicano no va a mejorar si se tienen las manos atadas a los
intereses económicos de dos medios. Fuera de que sea uno de lo negocios más
grandes del mundo no deja de ser el deporte nacional por el que muchos se
apasionan, y más importante el simple hecho de ser un deporte. Un país con el índice
de obesidad infantil más alto del mundo debe de fomentar la práctica de estas
actividades y que mejor forma si se estructura un sistema a favor del
aficionado que lo ve o lo practica. No a favor de un duopolio que parece estar
cavando su propia tumba si no surge con una idea innovadora y beneficiaria para
ambas partes, el verdadero futbol más todo lo que implica y el negocio que hoy
en día es fundamental.