viernes, 31 de agosto de 2012

¿Ahora qué?


Fueron pasando los días y el ambiente electoral que reinaba por todo el país se fue apagando parcialmente. Días después del tan esperado primero de julio, algunas manifestaciones tomaron las calles de la capital del país y ciudades de provincia con el fin de manifestar pacíficamente su inconformidad ante el conteo rápido del Instituto Federal Electoral. El ánimo de anular una elección era evidente y contagiaba a otras personas pero, pasaron los días y México comenzó a sumergirse en la cotidianidad y estas voces se callaron poco a poco. ¿Alguien ha visto integrantes del 132? Sí los hay, en grupos donde se comenzaron a buscar distintos propósitos y provocaron la división del movimiento, dando por perdido el verdadero fin que se plantearon en un principio.
Seguido a todo esto, cabe resaltar por la fecha de hoy, que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) rechazó de manera tajante las pruebas presentadas por la izquierda con las que trató de evidenciar la compra y coacción del voto. Sin darle muchas vueltas al asunto salieron los magistrados del tribunal a darle el visto bueno a Enrique Peña Nieto, su veredicto: "México tuvo una elección que no debe invalidarse, se confirman los principios constitucionales, tuvimos elecciones libres. México tiene autoridades electorales robustas y confiables. Si ustedes tienen a bien aprobar este proyecto, México tiene un presidente, el licenciado Enrique Peña Nieto". La izquierda parece haber jugado su última carta, y por ley el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene las puertas de los Pinos abiertas de par en par.  
La pregunta, con la que titulo esta columna, está en el aire y parece tener una sola respuesta. La ausencia y pérdida de fuerza de los distintos movimientos juveniles que hace tres meses salían en las ocho columnas de muchos diarios, parecen ya no ser un problema para Peña Nieto quien prepara el inicio de su gobierno. En la sociedad en general parece reinar el conformismo y la aceptación del veredicto ejecutado por el TEPJF. El presidente actual trata de recordar como su gobierno fue el de las “manos limpias” y del combate al narcotráfico. Andrés Manuel López Obrador no acepta el resultado del tribunal y parece que, efectivamente, se irá a su finca “La Chingada” aunque puede tener un as bajo la manga. Las pruebas rechazas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación quedarán en el aire junto a los testimonios del gasto de campaña desmedido por parte del PRI. No parece haber fuerza o acontecimiento que detenga al próximo gobierno priísta que como todo lo indica, una vez más tomará la banda presidencial.

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